
El hidrógeno verde se presenta como una alternativa para reducir las emisiones y cuidar nuestro planeta en una situación de urgente descarbonización. Desde Arsinger te contamos todo lo que debes saber sobre esta energía y su impacto en las próximas décadas.
Qué es el hidrógeno verde y cómo se obtiene
En el Acuerdo de París de 2015, las naciones de todo el mundo acordaron que es necesaria una descarbonización total de la economía para el año 2050, con el objetivo de frenar los peligrosos impactos del cambio del cambio climático.
Para algunos sectores de la industria y el transporte esto supone todo un reto, pero los científicos lo han dicho claramente: si queremos evitar los peores impactos del cambio climático debemos encontrar la manera de que la temperatura del planeta no siga subiendo.
Sin embargo, existe una solución común para algunos de estos sectores que tantas emisiones generan: el hidrógeno producido con energías renovables, también conocido como hidrógeno verde. Este se genera a partir de electricidad procedente de energías renovables a través de un proceso llamado “electrólisis del agua”, que viene a ser la separación del oxígeno y el hidrógeno.
El hidrógeno verde se presenta actualmente como una pieza clave para la transición energética, ya que ahorraría los 830 millones de toneladas anuales de CO2 que se originan del hidrógeno gris procedente del gas natural. Puede utilizarse como materia prima para la producción de productos químicos y combustibles o directamente como combustible.
Uno de los principales retos para su implantación es conseguir que la producción de hidrógeno verde pueda hacerse a un precio competitivo. Sin embargo, si para el año 2030 su producción se abarata un 50%, tal y como pronostica el Consejo Mundial del Hidrógeno, estaríamos sin duda ante uno de los combustibles del futuro. De hecho, España aspira a producir el 10% del total de la Unión Europea, y a desarrollar toda la cadena de suministro.
Ventajas del hidrógeno verde
El hidrógeno verde es el aliado perfecto para la descarbonización de los sectores en los que, como hemos mencionado antes, resulta difícil recurrir a la electrificación para reducir las emisiones y luchar así contra el cambio climático. Entre sus múltiples ventajas podemos destacar:
– La primera y más importante es que el hidrógeno verde es una energía 100% renovable y sostenible, no emite dióxido de carbono a la atmósfera
– El hidrógeno verde se puede almacenar durante largos periodos de tiempo, evitando así la pérdida de excedentes de energía que producen las fuentes renovables.
– Su uso podría permitir la descarbonización del transporte, una de las industrias que más contamina actualmente.
– Se trata de un elemento muy versátil que, al permitirse su almacenamiento, puede utilizarse en consumo doméstico, en la industria o para finales comerciales, sustituyendo a los actuales combustibles fósiles a la hora de proporcionar electricidad, calefacción o agua caliente.
– Otro aspecto importante es que podría convertir a España en un importante productor internacional y se iría reduciendo la actual dependencia energética.
Proyectos de hidrógeno verde con Arsinger
España está dando pasos agigantados para impulsar una transición energética de la economía española e iniciarse en la producción de hidrógeno verde, que será un elemento clave para liderar su crecimiento. De hecho, el pasado 20 de julio entró en vigor la Ley 7/2021, de Cambio Climático y Transición Energética (LCC), para asegurar el cumplimiento de los objetivos asumidos en el Acuerdo de París.
Arsinger es una de las empresas españolas que desarrolla proyectos con hidrógeno verde y que apuesta por esta energía menos contaminante para avanzar en la descarbonización de la economía.
Si quieres sabes más sobre el hidrógeno verde o tienes algún proyecto en mente, no dudes contactar con nosotros.